El monologo de Edmundo de Amicis comienza con él, en un andamio que simula una caja negra, ésta nos ayuda a entrar a sus distintos espacios de narración e imaginación. Este veterano literario nos da a entender las diversas declaraciones que encuentra entre la pesada carga que lleva por no poder subir a su bicicleta, narra de una manera fluida lo que le sucede por no intentar algo nuevo. Las diversas estrategias escénicas, plásticas y audiovisuales nos dan la pauta para encontrar ritmo a este monologo, el cual poco a poco se va llenando de pesadumbre por parte del personaje, la metáfora es fuerte, cada vez es mas fácil desistir, encontrar que el camino de la tangente es mas cómodo.